¿Qué es la justicia juvenil restaurativa?
Ventana de Disciplina Social: ¿Cómo se aplica la autoridad en la justicia restaurativa?
La Ventana de Disciplina Social es una manera de conocer cómo se gestiona la autoridad en diferentes procesos de justicia, en este caso se abarca desde la justicia restaurativa. La Ventana de la Disciplina Social cuenta con dos ejes centrales: control y apoyo.
Control. Tiene que ver con la aplicación de reglas, definición de límites, presión, expectativas e incluso desafíos impuestos.
Apoyo. Contempla el acompañamiento, afecto, colaboración y motivación.
A partir de estos dos ejes centrales, se establecen cuatro tipos de comportamientos en función del control y apoyo que la persona esté ejerciendo sobre la comunidad.
Autoritaria (punitiva) - Alto control y bajo apoyo
Mantiene el orden a partir de un alto control. Sin embargo, debido al poco apoyo, el orden no se mantiene, hay desgaste y resentimiento.
No hay diálogo, autoridad castiga a la persona ofensora.
Negligente - No existe control ni autoridad
Se suele producir cuando la persona se sienta abrumada por la situación y ya no actúa como autoridad ante la comunidad.
Posición indiferente.
NO hay acción con respecto a la conducta delictiva.
Restaurativo - Alto control y alto apoyo
Promueve el seguimiento directo con la persona, mantiene altas las expectativas, tiene capacidad para poner límites pero al mismo tiempo para acompañar y motivar en el camino.
- Autoridad se compromete CON persona ofensora y víctimas.
- Hay participación colaborativa y reflexiva de las personas involucradas.
- Implica un proceso de aceptación de responsabilidad y reparación de daños
Permisiva - Bajo control y alto apoyo
Esta figura no es capaz de poner límites, lo que genera situaciones de caos y pérdida de autoridad ante la comunidad.
- Autoridad permite que la persona ofensora no tenga responsabilidad frente a sus actos.
- No se exige un cambio, ni reflexión
La justicia restaurativa se ubica en el “alto apoyo y alto control”, puesto que tiene capacidad para poner límites pero al mismo tiempo para acompañar y motivar a una persona ofensora a solucionar los conflictos, reparar sus errores y volver a ser parte de la comunidad.
