JUSTICIA PARA NIÑAS, NIÑOS Y ADOLESCENTES
La prevención del delito
El rol de la familia y las personas adultas
Es una necesidad y una prioridad para las personas adolescentes, vivir en un ambiente saludable, libre de acciones que alteren el orden público.
Para lograrlo se requiere la participación de todas las personas promoviendo actividades preventivas, recreativas e informando sobre los peligros de cometer algún delito, evitando cualquier comportamiento problemático y denunciando dichos actos.
Las personas adultas deben ayudar a mantener ambientes sanos para las y los adolescentes. Algunas acciones que pueden implementar son:
- Evitar el deterioro o pérdida de valores morales, espirituales y éticos.
- Promover el diálogo dentro de las familias o círculos de confianza. Es importante hablar sobre los problemas, mostrar apoyo e interés en las preocupaciones de las demás personas de la familia.
- Evitar la desorganización o desintegración familiar, producto de la ausencia o distanciamiento entre padres, madres e hijas o hijos, falta de comunicación, compromiso y responsabilidad entre los miembros del hogar.
- Promover el interés y expectativa de estudio y superación, para evitar que la persona menor abandone el colegio.
- Estar atentos y atentas para evitar que las personas menores se asocien o sean manipuladas por amistades inconvenientes.
- No permitir ni promover el consumo de drogas.
- Evitar las conductas violentas y agresivas, siempre optar por el diálogo y la atención a las necesidades de las personas en el círculo familiar.
- Buscar espacios de recreación y esparcimiento, participar en actividades deportivas y artísticas como: juegos en grupo, ajedrez, fútbol, voleibol, montar en bicicleta, etc.
- Comprometerse a denunciar cualquier actividad delictiva de la que nos demos cuenta o haya sospechas.
La mejor manera de combatir la delincuencia, es evitando que se dé.
